sábado, 4 de mayo de 2013

CAPITULO 12


CAPITULO 12
EL DEPOSITO DE CADÁVERES
Durante un tiempo tuve que trasladar los cadáveres del hospital, teníamos que limpiar los cuerpos y era una tarea horrible pues habían sido nuestros pacientes, nuestro suministro de agua era muy limitado para los vivos y aun mucho mas para los muertos.
El trabajo lo realizábamos entre dos , los transladabamos al deposito de media hora de camino desde el hospital.En la entrada del deposito dejábamos las parihuelas en el suelo y cargábamos el cadáver al interior.
Por mucho tiempo una joven polaca estuvo ayudándome a transportar a los cadáveres, ella era estudiante en Varsovia.
Ella estaba dominada por el amor a su madre y me contaba que se encontraba escondida en las montañas y que los alemanes nunca la encontrarían , tal sorpresa se llevo al ver el cuerpo de su querida madre que creía tan segura.
Los alemanes esparcían nuestros alimentos con un misterioso polvo químico era el que provocaba que perdiéramos peso, vitalidad , se nos interrumpiese la menstruación y debilitar nuestras reacciones sexuales.No sabría si era mejor abrir zanjas o trabajar en la estación del ferrocarril.

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