domingo, 14 de abril de 2013

PARÁFRASIS DEL CAPITULO 1 DE EL LIBRO "LOS HORNOS DE HITLER"

CAPITULO 1
8 CABALLOS...O 96 HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS
No puedo acallar mi remordimiento por , ser en parte responsable de la muerte de mis dos padres y de mis dos hijos. Corría el año de 1944 , casi cinco después de que Hitler invadió Polonia. La Gestapo lo gobernaba todo y Alemania estaba refocilando con el botín del continente , porque dos tercios de Europa había quedado bajo las garras del Tercer Reich .
Vivíamos en Cluj ciudad de 100,000 habitantes ,que era la capital de Transilvania , procurábamos apaciguar nuestros temores y seguir realizando nuestros quehaceres diarios. Sabíamos que estábamos a merced de hombres sin entrañas y mas tarde lo pudimos comprobar.
Mi marido , Miklos Lengyel ,era directorio de su propio hospital el " Sanatorio del Doctor Lengyel" que habíamos construido en 1938.Todo el mundo lo respetaba por su extraordinario talento y consagración a la ciencia . No era un hombre político pero comprendía que estábamos en peligro constante, no tenia tiempo para dedicarse a otras ocupaciones.Con frecuencia veía a 120 pacientes en un solo día y se dedicaba a la cirugía entrada la noche.
Yo también estaba consagrada a la medicina ,pero me sentía aun mas orgullosa de mi familia , integrada por mis hijos Thomas y Arved , mis padres y mi padrino,
Los primeros años de  la guerra habían sido tranquilos para nosotros ,no eramos capaces de dar crédito a lo que nos contaban .
Ni siquiera cuando un comandante alemán ,a quien habían aposentado en nuestra casa , nos hablaba de la ola de terror ,fuimos capaces de dar crédito.
Nos hablo del sistema alemán que estos ocupaban con bastante éxito .Un método efectivo de transformar ciudadanos en colaboradores .
El poder del Vaticano , continuaba, y la influencia del papa molestaba a Hitler grandemente así que después de los judíos el blanco de los alemanes eran los católicos.
El sistema de eutanasia también era denominado t-4 , también usaban gas letal para matar a los pacientes que eran enviados al "Tratamiento de recuperación " eran incapacitados para el trabajo o enfermos.
El mayor nos dijo que el doctor Osvath prestaba sus "servicios" a los alemanes .
La "Quinta Columna" formaba un papel importante en la maquinaria alemana , sus miembros obtenían información de gentes importantes y su opinión respecto a los alemanes .
Esa noche nos dirijimos al hospital , mi esposo a realizar una operación y yo para dar las buenas noches a mi padre y mi padrino .La hermana Esther que a diario lo visitaba nos daba las noticias que no eran nada halagadoras .
El gobierno húngaro copio el sistema alemán referente a los judíos húngaros y olvido que el plan Alemán era eliminar la población de todo el mundo.
Un día mi esposo fue llamado sometido a interrogatorio por la S.S fue acusado de boicotear el uso de medicamentos alemanes en su clínica.
Aprovechando la salida el doctor Osvath me telefoneo para hablar , pensando en mi esposo me preocupaba por que me había llamado tan urgente . El doctor Osvath dijo que tendría que firmar unos documentos en uno se especificaba que nuestro hospital y la casa habían sido rentados al doctor Osvath y otro se especificaba que las propiedades le habían sido vendidas .
Llamo al cuartel de la Gestapo pidiendo hablar con el jefe ,entonces yo firme los contratos, al siguiente día nos llamo a mi esposo y a mi nos dio dos días para sacar  del hospital a mi padre y mi padrino , lo enviamos con el doctor Hajnal.
Una mañana una de las hermanas nos había dado la mala noticia mi padrino había muerto.
En la mañana de un día fatal para nosotros , mi esposo fue a una junta medica en la estación de policía, pregunte a las autoridades alemanas si me permitirían viajar con mi esposo a Alemania instantáneamente tome una descisión.
No nos pasó por las mentes la idea de la traición que estaba urdiendo contra nosotros hasta que nos vimos juntos en el anden de la estación de ferrocarril, noventa y seis personas habían sido embutidas en nuestro vagón estábamos tan apretados que solo la mitad tenia un sitio para sentarse, pronto se hizo intolerable la situación.
Por fin al terminar el séptimo día el vagón se detuvo , habíamos llegado ¿pero a donde?










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