CAPITULO 10
UN NUEVO MOTIVO PARA VIVIR
Regularmente a la enfermería asistían hombres que sufrían accidentes de trabajo, aunque esto estaba prohibido por los alemanes ,no podíamos negarnos a atenderlos.
Un día llego un francés que le pondré la inicial L ,su herida que tenia en un pie lo convirtió en un visitante de la enfermería. L era una persona agradable y nos traía noticias de la situación militar y política de Europa .Cuando le curábamos sus lesiones, el calmaba nuestro espíritu atribulado.
Ese hombre era nuestra única fuente de noticias .
Al comienzo los condenados a muerte de Birkenau eran fusilados en el bosque o ejecutados por un gas blanco.
Había cuatro crematorios, dos eran enormes y consumían un numero extraordinario de cadáveres .Cada crematorio constaba de un horno,un gran vestíbulo y una cámara de gas.Por encima de cada edificio había una alta chimenea que era alimentada por nueve hogueras .Los hornos se calentaban por treinta fogatas.En ese lugar se podían destruir 360 cadáveres en cada operación.
En menos de un semestre los alemanes lograron liquidar mas de 1.300,000 personas en Auschvitz-Birkenau
Yo presencie muchas veces la llegada de los prisioneros , igual cuando yo llegue había una nube de incredulidad , apenas era posible dar crédito a lo que se veía.
Los mandaban a la izquierda eran los niños y enfermos , a la derecha el resto.Los de la izquierda iban directo a la muerte.
Mi motivo para seguir viviendo eran dos,uno trabajar por el movimiento de resistencia y dos decir al mundo entero lo que viví.
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